miércoles, julio 11, 2018

Algunas anécdotas.

Algo pasa conmigo, como que pocas veces coincido en los momentos de interés con las personas con las que converso. Igual estoy menos prendido que antes: puede ser la edad, los antidepresivos o qué sé yo. ¡Al menos me da para seguir escribiendo cosas acá!


Me junté una noche con un cabro que vive cerca. Muy buena onda, si bien ahora casi no hablamos. Principalmente hubo besos y esas cosas. Fue nice, así que en un par de días lo visité de nuevo. Esta vez, sí, se iba a su ciudad natal, de forma temporal. De todas formas, lo vi mientras se cambiaba. Niiiice. Luego vi el tatuaje en su espalda.

En general, no tengo problemas con los tatuajes (si bien resiento que hayan "chacreado" la tipografía "gótica"). Este tatuaje en cuestión no era demasiado llamativo: una frase, en un tamaño de fuente pequeño, que cruzaba de hombro a hombro. La frase, en sí, tampoco era nada del otro mundo: era una frase más o menos genérica, del tipo motivacional/inspiradora. Ningún problema.

Pero había una palabra mal escrita.

ligth

Cagué. Tampoco es un typo terrible: en inglés hay muchas más ocurrencias de th que de ht, probablemente. Pero de ahí en adelante sólo pude pensar en el typo. ¿Debería decirle? ¿Y si ya sabe y odia que se lo repitan? Pero si no sabe, ¿quién soy yo para decirle? Con suerte nos hemos visto dos veces. Pero si siguiéramos viéndonos, ¿en qué momento tendría que decirle? ¿tendría que aguantarme por siempre? Y así. Al final nos despedimos, nunca volvimos a juntarnos (si bien intenté conversar nuevamente por Grindr), pero todavía recuerdo el tatuaje. Espero pueda corregirlo algún día.




Me junté con un tipo en mi departamento. Era mayor que yo, recuerdo. Nos tiramos en la cama, nos besamos, ¡todo muy bien! Las cosas se pusieron mas intensas: fuera ropa, bienvenidos contactos más sexuales. El loco me puntea. Ok, mientras no entre, no es taaan riesgoso, supongo. Seguíamos comiéndonos las caras como si no hubiera mañana, y apretando los cuerpos tanto como podíamos, cuando siento algo extraño allá abajo. Algo húmedo.

El loco había acabado mientras me punteaba.

Una mitad de mi mente todavía intentaba procesar lo sucedido, mientras la otra estaba convencida de que me había ganado todas las ETS existentes y un par más. Me cercioré de que fue por encima (disminuyendo un poco el riesgo) y pasé a darme cuenta de que, bueno, el weón había eyaculado y yo seguía ahí, con ganas.

Esta hueá es como el chancho de los Simpsons,¡todavía sirve, todavía sirve! Le dije al loco que no se preocupe, que sigamos. Había que revivir a ese guerrero que acababa de vaciar sus municiones sobre mi retaguardia, así que me dediqué a tal tarea. Gracias al Señor, comenzó a recobrar energías... hasta que volvió a acabar. ¿QUÉ? En ese momento sólo me dio pena por el loco, porque lo más probable es que no fuera la primera vez que le pasaba. Luego de eso, se vistió, se despidió y se fue (hehehe). Creo que fue la "cacha" (¿alcanzó a serlo?) más corta de mi existencia.



Me puse a hablar con un tipo. Intercambiamos fotos, me dice que a su pareja también le gusté, y me manda fotos de él. Hey, bacán. Es tarde y todo pero pareciera que no están tan lejos. En ese entonces, tenía fresco el recuerdo de un cuarteto que decantó en trío (una persona involucrada se fue de golpe, y no en el sentido que esperábamos) en el cual fui básicamente el "support" de los otros dos. Este era un trío en el que posiblemente iba a ser el invitado especial.<

Le dije que ya, que podía ir hasta allá, aunque fuera tarde. El trayecto era de unas 7 cuadras. Tuve que anotarme con carnet en conserjería, recuerdo. Por suerte había llevado carnet. Cuando llego a la puerta del departamento, y justo antes de que mi puño golpeara la puerta, escucho

"Pero amor..."
"No quiero que venga nadie a esta casa...!"

Espera, qué. ¿Acaso este hueón no le dijo a su mino? Me quedé congelado frente a la puerta. Por un lado, era obvio que nada iba a pasar, pero no entendía cuál era la situación real en vez de la que me habían contado. Estuve así tres vidas y media (quizá un par de minutos, en verdad) hasta que el loco con el que hablé abre la puerta, me dice que bueno, nada va a pasar. Al final la versión que me contó era que buscaban a un tercero, pero pelearon justo antes de que llegara. Igual me volví a casa pensando en que quizá qué habría pasado si hubiera caminado más rápido.



Me junté con un tipo temprano en la mañana. Noté algo raro en la forma en que me hablaba. Creo que era un poco muy formal, como casi tratándome de "usted" (cosa que es usual en extranjeros, pero no noté acento alguno). Pero filo, no era prioridad. Luego de alguno que otro acto sexual, quedamos haciendo cucharita. Como es usual, dada mi estatura, era la cuchara pequeña.

Pero cuando empezó a hacerme cariño diciéndome "mi niñito" quedé full guatafac. O al menos, con una incomodidad brígida. Oh, no lo digái de nuevo, que se te haya salido por error y ahora me vas a decir weás normales... Pero no. Fueron unas dos veces más, antes de que...


"¿Te puedo hacer una pregunta?"

NO. NONONO. Nos conocemos hace dos horas, con suerte. Por favor no me pidái pololeo o una weá así. Pídeme confort, o pregunta una weá random, lo que sea...

"¿Tú serías mi niñito?"

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHGGGGGGGGG. Creo que intenté responderle lo más mecánico que pude, y tratando de decirle que DUDE, TOO SOON. Mi cerebro entró en alerta, tipo "que se termine pronto esto" así que no pude dormir nada. Por suerte no insistió más antes de irse.

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