sábado, diciembre 23, 2006

Super-filosofeos.

Son las una de la madrugada del 23 de Diciembre de 2006. Estoy pensando un poco sobre mi forma de ser y actuar.

Vamos al grano. Me vino a la mente el hecho de que no me atrae mucho hacer cosas nuevas. De hecho, tiendo a buscar las cosas conocidas, y evitar lo nuevo. Siempre necesito la presión de otros para tomar decisiones, para innovar, para tomar caminos nuevos. Por más que desee hacer algo, casi siempre necesito consultar a alguien más sobre lo que estoy decidiendo. A veces consulto con varias personas, hasta encontrar una que apruebe mi decisión. Entonces la llevo a cabo. O sea, para cada uno de mis actos, necesito escuchar que alguien lo apoye. ¿Entiendes? No confío en mi propio criterio, me es difícil tomar una decisión por mí mismo y llevarla a cabo, sin consultar a nadie, sin que haya un "estoy de acuerdo" de por medio. Y si bien he intentado esquivar el problema (buscando inconscientemente, ahora me doy cuenta, que mis amigos me presionen a hacer las cosas que quiero hacer), ahora me doy cuenta de que habrán acciones que deberé llevar a cabo por mí mismo. Sin consultar, sin comparar, contrastar opiniones, simplemente por lo que pienso y siento. Creo que se me hará muy difícil.

Y es porque tengo miedo. Tengo un poco de miedo a intentar cosas nuevas, pero, más allá de eso, tengo miedo de que mis decisiones terminen por hacerme daño. Tengo miedo de tomar el camino equivocado y arrepentirme de ello. Tengo miedo de llegar a un punto, mirar hacia atrás y odiar lo que he hecho. Aunque sé de memoria el concepto de que los errores nos enseñan, de que todas las experiencias nos dejan algo, tengo miedo a equivocarme. Temo equivocarme, decir "sí" o "no" cuando debería haber dicho lo contrario, dejar pasar el tiempo y las oportunidades, apresurarme y echarlo todo a perder, hacer una estupidez y arrepentirme por siempre. Más que tener miedo a equivocarme, temo arrepentirme. Temo mirarme al espejo y pensar: "Si sólo...".

Temo arrepentirme.

Bueno, soy humano. Quizás cosas así son las que me hacen ser humano. El hecho de que no sabemos qué trae el futuro; el hecho de que no podemos cambiar el pasado, son dos cosas que pueden producirnos dolor, si bien son totalmente opuestas. Le temo a ese dolor. Supongo que el temor al dolor es algo que está enraizado en todos nosotros. Pero hay que encontrar una forma de superar el temor. Y simplemente vivir.

Soñé que estaba condenado a morir, aunque no me encontraba privado de libertad. No sabía por qué estaba condenado, sólo sabía que era la ley del país donde me encontraba. Pasaba los días que me quedaban, si bien no sabía con certeza cuántos, pensando sobre ello y hablando sobre aquella injusticia con personas conocidas. Cuando ya me quedaba poco (lo presentía), acepté con tranquilidad la muerte que se acercaba. Me despedí de las personas que más quería, y me senté a pasar los últimos momentos de mi existencia en paz. Me lamenté de las cosas que no había alcanzado a hacer en vida, pero logré aceptarlo y estuve en paz conmigo mismo y con los demás; en paz con mi vida y con mi muerte. Entonces el sueño comenzó a perder su nitidez y, aunque no alcancé a darme cuenta de que soñaba, allí, sentado en el lugar en que mi muerte debía llegar, tuve la certeza de que no iba a morir en ese instante. Y una alegría inmensa fluyó a través de mí.

Ahora que lo pienso, el sueño no era tan fantasioso. En este país que es el mundo, nuestra existencia, este universo, como lo llamen, estamos condenados a morir desde que nacemos, aunque no sepamos con certeza por qué debe ser así (aunque estoy seguro de que más de alguien me puede dar una explicación científica, religiosa, etc.) Ahora que lo pienso, no sabía cuándo moriría: sólo sabía que estaba condenado a morir. Y de todas formas me senté a esperar. Simplemente me lamenté de las cosas que no había hecho, sin pensar en el incierto tiempo que me quedaba. No quiero ser así, quisiera que la espontaneidad nazca de mí, intentar alcanzar por mí mismo las cosas que quiero. Pero eso involucra arriesgarse, y vuelve entonces el miedo a terminar arrepentido.

Debo poner en la balanza el miedo a arrepentirme de tomar malas decisiones, y el miedo a no tomar decisiones en absoluto.

Casi son las dos de la mañana; no sé si he escrito mucho o poco para el tiempo que he estado (más bien creo que poco) pero me siento un poco más aliviado. No necesariamente porque he sacado esto de mí, sino porque me costó un poco llegar a ver estas cosas, y ahora puedo volver y leerlas si lo necesito. Iba a escribir esto en un cuaderno por ahí, pero no encontré lápiz. Al blog va, entonces.

50 minutos, 55% de la batería usada. Definitivamente se gasta más jugando.

Algo sin mucho sentido para terminar esto, algo para relajar un poco la cabeza. Durante la escritura de esto escuché más que nada la canción "Somewhere Only We Know" de Keane. Ahora escucho "Heal Over" de KT Tunstall. Eso.

Ahora que escucho la canción, escucho que en una parte dice "You've got to try to trust yourself, I know it somehow..." Interesante.

^^

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es raro, Jorge, te encuentro una persona súper valiosa y no somos amigos, sino más bien ex compañeros. La verdad es que ser ex compañeros y haber compartido 4 años implica mucho... pero la amistad mucho más, cosa q x una u otra razón no llegamos a lograr. Con todo esto no quiero decir q sólo y únicamente valore a mis amigos, pero sí es raro pq te valoro casi tanto como a uno de ellos. Creo que tiene q ver con mi sexto sentido q estoy SEGURA q tengo... suelo ver con anticipación a la gente de la q no me tengo q fiar y viceversa. En fin... eso es una volada.
Haciendo el comentario sobre lo q escribiste, puedo decirte q son pocas las cosas q se me quedan grabadas para toda la vida, entre ellas está una q alguna vez mi papá me escribió: la vida es hermosa vivirla, por todo lo q trae consigo, desde equivocaciones a aciertos, desde fracasos a éxitos...
Tbn una vez leí algo q completó lo dicho x mi padre... los fracasos y los éxitos existen, pero dependiendo del punto de vista q tenga UNO para observarlos. Se me viene a la mente un hecho q le pasó a un cercano: decidió salirse de la carrera q estudiaba y cambiarse a otra (estuvo un año), para lo cual tuvo q enfrentar a toda su familia q le insistía en q el año vivido era un año "perdido"... esto puede verse -desde el punto de vista común- como un total fracaso, sin embargo, NUESTRA visión de las cosas puede convertir el suceso en un total éxito, lleno de cosas aprendidas y experiencias vividas.
No sé si me vas entendiendo... creo q después de ciertos hechos es mejor mirarse al espejo y analizar las cosas a fondo, esto en vez de decir "Si sólo..."


Muchos saludos y cariños para tí =)
Paula (4ºA =D)

(me volé!)

Anónimo dijo...

Creo que la vida es un contsante intent de hacer las cosas bien... Dicen por ahí que nadie quiere hacerse el mal. Se entiende el miedo al arrepentimiento, pero sabes? Una vez leí en alguna parte que es mejor arrepentirse de loq eu uno ha hecho que de lo que uno no ha hecho...

Esa frase marcó mi vida. No he trasapsado ni borrado completamente el miedo a equivocarme ni arrepentirme, pero créeme que ha sido mejor vivir y arrepentirme, que no haber vivido del todo (como hacía antes).

Suerte en tu búsqueda...
No sé si sabes quién soy, pero te quiero mucho. Y desde donde estoy te extraño mucho.

PD: Una pista: Estoy mirando un bosque con edificios ;)